lunes, 2 de febrero de 2009



En su discurso a los obispos de la Conferencia Episcopal de Turquía en visita "ad limina" en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI resaltó que le toca al estado turco "garantizar con eficacia a todos los ciudadanos y a todas las comunidades religiosas la libertad de culto y la libertad religiosa, siendo inaceptable toda violencia contra los creyentes, cualquiera que sea su religión".

"En ese contexto –dijo el Papa– conozco vuestro deseo y vuestra disponibilidad de entablar un diálogo sincero con las Autoridades para encontrar una solución a los diversos problemas planteados a vuestras comunidades, como el del reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia Católica y de sus bienes".

Seguidamente Benedicto XVI destacó que "la comunidad cristiana en vuestro país vive en una nación regida por una Constitución que afirma la laicidad del Estado, pero donde la mayor parte de la población es musulmana. Por eso, es muy importante que cristianos y musulmanes se dediquen juntos a la promoción del ser humano, de la vida, de la paz y la justicia. Además, la distinción entre la esfera civil y la religiosa es ciertamente un valor que debe protegerse".

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